Acaban
de estrenar la película. Debo de ser una de las pocas mujeres que no
han leído las sombras de Grey. Y no ha sido por falta de curiosidad
sino de tiempo. Pero más o menos he oído hablar de él. Parece que
se trata de una relación de sumisión y dominación.
Pero
¿qué es lo que hace que no funcione una relación de este tipo?
¿Qué es lo que hace tan atractivos a los “hombres malos”?
Los
hombres buenos son los que obedecen, hacen lo que se debe hacer,
complacen y hacen los que los demás les piden para tenerlos
contentos.
Los
hombres malos son los que llevan la contraria, piensan sobretodo en
su bienestar y creen que los demás están para atenderles y
complacerles.
Más
o menos es esto, ¿no?.
Si
una se empareja con un “hombre bueno”, acaba aburrida. Es tan
previsible! Podemos saber que va a hacer cada día, no discutirá lo
que le decimos, tratara de hacerlo todo lo mejor posible, y sobretodo
obedecer a lo que le decimos, los días serán todos igual, uno tras
otro, ...vamos tranquilidad total.
Si
una se empareja con un “hombre malo”, tenemos la adrenalina
asegurada. Discusiones, desacuerdos, emociones a tope y pasión, pues
vive sobretodo buscando el placer y el bienestar propio.
Intranquilidad asegurada.
Lo
mismo podría escribir de las mujeres.
Ambos
tipo de relación son jerárquicas, y desiguales. Hay uno que manda y
otro que obedece. Ambas relaciones son inmaduras emocionalmente,
estamos repitiendo las actitudes que teníamos de niños, estamos
buscando la atención de otro a través de “portarnos bien” o
“portarnos mal”. Y como ya no lo somos, nunca acabaremos de
sentirnos satisfechos ni a medio ni largo plazo.
Una
relación adulta es una relación entre iguales, entre dos adultos,
no tiene sentido ni mandar ni la obediencia ciega, la esclavitud
desapareció ya hace tiempo.
Y
¿por qué no soy yo mism@ el que busca y se provee de una vida con
diversión, creatividad, novedades, pasión, bienestar, tranquilidad
y paz interior, en lugar de tratar que sea siempre nuestra pareja la
que nos la dé?