Sin
ganas de hacer nada, con ganas de perder el tiempo.
Dejar
de hacer, ganar tiempo para mí.
Estoy
con un nudo en la garganta y ganas de salir, de ser libre.
Estoy
enfadada con el mundo, con la vida que me obliga.
Tengo
ganas de ser yo, de estar bien y no sólo por un momento.
Estar
bien por un buen rato.
Callar
el exterior y escuchar mi voz, mis ganas de chillar o de callar, de
hablar y sacar sonidos, mi alegría.
Soy
yo la que respira, la que se sienta y se levanta, la que gana
fuerzas, la que no se obliga, la que se escucha.
Harta
de imágenes, de pantallas, de estereotipos.
Ser
la que soy en cada momento y lugar.
Muevo
la cabeza, libero mi cuello, mi garganta. Toso y aclaro mi voz.
¿Qué
lugar hay mejor que estar en mí, y poder elegir lo que hago y dejo
de hacer?
Marta Vidal psicóloga, Valencia