¿Es
un bloqueo, algo que puede perjudicar, oscuridad, impotencia, un
final sin un después, una preocupación, un disgusto, una incógnita,
una lucha, un desafío?
Un
problema es una dificultad que surge cuando queremos obtener algo, un
beneficio.
Si
aceptamos lo que hay y no tratamos de cambiarlo, desaparece el
problema. Y tampoco obtenemos lo que queremos.
Un
ejemplo sencillo: Pincho una rueda del coche.
Es
un problema si he quedado a una hora en una cita importante, me voy a
retrasar...¿y qué si me retraso?, pues me entra ansiedad porque me
gusta que me consideren una persona muy puntual y me molesta llegar
tarde. Para mi es importante la puntualidad. Además hoy me duele la
espalda.
Tendré
que cambiar la rueda o pedir que lo haga alguien y a lo mejor tarda.
Como poco tendré ansiedad.
Si
acepto que no podré llegar a tiempo, que voy a llegar quizás una
hora tarde, me relajaré, quizás me sentaré a tomar un café
mientras espero, o la cambiare con calma.
Algunas
veces conocemos nuestro objetivo, por ejemplo, buscar un trabajo, y
otras no lo reconocemos tan fácilmente. Puede ser un ideal, como
tener paz o seguir quedando como una persona puntual. O también
puede ocurrir que sólo reconozcamos lo que no queremos: Por ejemplo,
no quiero que me duela más la espalda.
También
puede suceder que un problema sea una solución a otro, porque nos
impida obtener algo que realmente no deseamos. Por ejemplo, me
cuesta tener pareja, y no consigo mantenerla más de un mes. Pero
puede ser que cuando estoy en pareja, me pierdo a mi misma, dejo de
prestarme atención para dedicarle toda a él.
Necesito
preguntarme: ¿Qué me impide y qué me facilita un problema? para
empezar, a aclararme.
¿Cómo
puedo resolver un problema?
El
80% de las veces afrontamos los problemas de forma emocional y por
eso no conseguimos resolverlos. Es conveniente combinar nuestra parte
emocional y la intelectual.
- Concretar el problema. Consiste en analizar y concretar el problema, en detenernos un momento como observador y utilizar nuestra parte más intelectual, dejar un poco de lado la emoción en este momento.Necesitamos preguntarnos: Cuál es el problema, a quién y cómo afecta, qué conductas realiza cada uno de los implicados, qué emociones manifiesta cada uno, qué intención positiva puede tener cada persona para actuar como lo hace, o qué es importante para cada persona. Recuerda que detrás de cada conducta que realizamos , aunque esté equivocada, hay una intención positiva. Si puedes concretar el problema, muchas veces ya obtendrás la solución.
- Lluvia de ideas, estrategias, o posibles soluciones. Aquí vale todo, por muy locas que parezcan algunas soluciones, pueden funcionar en parte. Aquí participamos con la emoción y el intelecto.
- Elección de una solución, quizás formada por varias de las que surgieron. Esta fase también es más analítica y elegiremos la de mayor beneficio para todos los implicados. Incluidos nosotros, claro!
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