Sin
ganas de hacer nada, con ganas de perder el tiempo.
Dejar
de hacer, ganar tiempo para mí.
Estoy
con un nudo en la garganta y ganas de salir, de ser libre.
Estoy
enfadada con el mundo, con la vida que me obliga.
Tengo
ganas de ser yo, de estar bien y no sólo por un momento.
Estar
bien por un buen rato.
Callar
el exterior y escuchar mi voz, mis ganas de chillar o de callar, de
hablar y sacar sonidos, mi alegría.
Soy
yo la que respira, la que se sienta y se levanta, la que gana
fuerzas, la que no se obliga, la que se escucha.
Harta
de imágenes, de pantallas, de estereotipos.
Ser
la que soy en cada momento y lugar.
Muevo
la cabeza, libero mi cuello, mi garganta. Toso y aclaro mi voz.
¿Qué
lugar hay mejor que estar en mí, y poder elegir lo que hago y dejo
de hacer?
Marta Vidal psicóloga, Valencia
Qué triste es ser el tercer plato en la vida de un hombre casado, porque para el, primero están sus hijos, luego la esposa y por ultimo estan las mujerzuelas llamadas Diana Carolina Chafloque Navas.. la roba maridos…
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