Me
dicen los libros que felicidad es un estado que se siente cuando se
alcanza un objetivo deseado, no me lo creo.
Me
decía una chica: “Estoy haciendo este curso, y además hago...”
contándome su camino de búsqueda de la felicidad. Se la veía tan
feliz mientras lo explicaba que no sabía si decirle que la había
encontrado ya!
¿Otro
ejemplo? Me contaba un compañero que había estado ese año buscando
su coche ideal. Probaba coches, hablaba con los amigos, se iba a ver
ferias y se decía continuamente que iba a ser muy feliz cuando lo
comprase. Bueno, pues cuando lo compró se dio cuenta de que su
felicidad se había acabado, que hasta que no cambiase de coche otra
vez, no volvería a serlo como antes.
Muchas
veces no nos damos cuenta de que estamos siendo felices.
Me
gusta la definición de la RAE:
1.“Estado
de grata satisfacción espiritual y física”.
2.”Ausencia
de inconvenientes o tropiezos.”
Y
todavía más la de Wordreference:
1.”Estado
de ánimo del que disfruta de lo que desea”.
2.”Satisfacción,
alegría, contento.”
Sí,
mi experiencia me dice que es necesario disfrutar de lo que haces, de
vivir, y sentir la satisfacción y la alegría.
Y
creo que se puede ser feliz aunque haya tropiezos o
inconvenientes, si uno vive la vida como una aventura. Esta claro
que cuando lo que nos trae la vida nos gusta y es lo que queremos, lo
disfrutamos. Y es menos frecuente que, cuando nos viene “en
contra”, no lo hemos elegido y no nos gusta, lo tomemos como un
reto, como algo a descubrir, a conocer, y también lo disfrutemos.
Porque
¿cuántas condiciones ponemos a la vida para ser feliz? ¿“Ha de
hacer sol porque la lluvia no me gusta, me resulta incomoda”? Las
dos cosas son imprescindibles en la vida. Cuanto más selectivos
seamos con lo que nos viene de fuera, más lo seremos con nuestra
felicidad.
Ampliemos
nuestras posibilidades. Dejemos de rechazar tanto, porque el
mismo rechazo es el que nos da malestar. En el próximo articulo
hablare más de esto.
Y
una vez ampliadas, ¿cómo hacemos para disfrutar?
Para
disfrutar es necesario sentir, y para sentir necesitamos estar
más conscientes de nuestro cuerpo y atender nuestras necesidades.
Todos hemos visto a un bebé con hambre o con sueño. Nos pasa lo
mismo aunque no chillemos.
A
través de nuestro cuerpo percibimos el exterior, a través de los
sentidos. Es imprescindible estar descansados y bien alimentados.
Cuando hacemos algún tipo de ejercicio, sea andar, correr, deportes,
musculación, yoga, etc, también nos vamos a sentir mejor y nuestra
autoestima va a mejorar. Media hora de andar cada día ya mejora la
respiración, se oxigena el cuerpo, suben las defensas y nos da
salud.
Y
no se trata de intentar. Si no piensas pasar a la acción, no te
engañes diciéndotelo, te vas a sentir frustrado y mal. Es mejor
ser coherente entre lo que uno se dice y hace. Si te cuesta
ponerte a hacer ejercicio puedes empezar por darte cuenta de cómo
estas y de qué sientes. Ya has visto que a veces ni nos damos cuenta
y ya estamos siendo felices. Si puedes llevar un diario, escribir
unas pocas líneas dos o tres veces a la semana, aumenta también la
conciencia de lo que sentimos y, si te duele algo, disminuye el dolor
a la mitad, está comprobado.
Vivir
el presente plenamente es ser el protagonista de tu vida e
implicarte en ella. Para que no tengas miedo de la felicidad y de la
alegría. Algo que pasa bastante a menudo. Nos hemos acostumbrado
tanto a “vivir evitando desgracias” que nos da miedo vivir la
felicidad, que es un derecho de todo ser humano.
Y
ser protagonista significa que lo que hagas y no hagas sea tu
elección, porque cuando somos adultos elegimos también cuando no
elegimos. Es mas fácil cuando asumimos la “responsabilidad” de
nuestra vida, o sea, la “capacidad de responder” en ella. Los
aciertos serán los nuestros y los valoraremos, y los errores que
cometamos serán mas fáciles de corregir si son nuestros que si son
ajenos. Al fin al cabo somos nosotros los que estamos presentes y
percibimos cada situación. No conviene seguir los consejos de los
demás sin cuestionarlos.
Porque
no se trata de estar planeando las cosas para un futuro y dejar que
el tiempo vaya pasando. Sólo se disfruta la felicidad en el
presente, en este momento y en “la realidad” que muchas veces
despreciamos. Se trata de ir encontrando el ritmo de la vida. Es como
una canción. Hay un ritmo de fondo y sobre él surge el canto u
otros sonidos que combinan con ese fondo. El ser humano tiene unos
ritmos biológicos que es necesario atender, una rutina, y sobre
ellos vamos creando nuestra vida. Se trata de vivir sin meternos
prisa y sin frenarnos, buscando o esperando el momento oportuno para
cada cosa.
Y
si queremos mantener la felicidad en nuestra vida es
imprescindible que la dejemos marchar. Tenemos la capacidad de
habituarnos a las sensaciones, y dejamos de sentirlas, de
percibirlas. A veces no nos damos cuenta hasta que se van, notamos la
diferencia.
Es
necesario dejarla marchar para que pueda volver y seamos otra vez
felices.
Dice
Thich Nhat Hahn: “No hay camino para la felicidad, la felicidad es
el camino” .
Y
seguiré tratando el tema en los próximos artículos. Felizmente.
Yo resumiría el tema en algo muy sencillo y muy concreto, dejemos de buscar fuera para vivir dentro. Dejemos de buscar la felicidad y de crearnos falsas espectativas... cuando tenga... si esto o lo otro sucediera... si aprobara... si encontrara un novio, marido, esposa... tal trabajo.. tal viaje....tener hijos... Etc... Y si todo esto no ocurre, todo se desmorona? somos los más inefelices del mundo?
ResponderEliminarEn el momento en que dejamos de desear lo de afuera y nos ponemos a vivir el presente, a agradecer por lo que tenemos, lo que somos, por nuestra salud, nuestro nuevo dia, nuestros ojos para deleitarnos, nuestro cuerpo que nos trae y nos lleva allí donde queremos... Agradecer y confiar, eso es felicidad. Mantenerse en Serena Espectación, disfrutando y agradeciendo cada momento de nuestra existencia, sin olvidarnos de la ley de la atracción y de que "lo que crees CREAS". Así que vamos aplicandonos el cuento, a disfrutar de lo que somos y lo que tenemos y dejar de desear y buscar fuera lo que Todas tenemos dentro...