El Blog de Psicología Alternativa

El Blog de Psicología Alternativa

domingo, 9 de abril de 2017

CÓMO APROVECHAR LOS AUTOREPROCHES Y LA CRÍTICA INTERIOR PARA AUMENTAR TU BIENESTAR.

Si tienes ojeras o bolsas bajo los ojos es muy probable que seas de l@s que se hacen demasiados reproches y críticas al cabo del día.

Dice la P.N.L.: “Toda conducta tiene una intención positiva detrás”. Esto quiere decir que cuando realizamos una conducta buscamos algo positivo para nosotros, aunque no sepamos qué, no seamos conscientes de ella.

¿Cuál es la intención positiva que tienen en común habitualmente los reproches y las críticas? Generalmente tratan de corregir y cambiar alguna acción de la que no estamos satisfechos, mejorar algo.

Para aprovechar y poder redirigir la energía contenida en las criticas y reproches, es necesario saber que siempre que queramos cambiar algo necesitaremos preservar esa intención positiva. Es imposible cambiar o eliminar una crítica si no hacemos algo por corregir lo criticado, porque algo de razón suele tener la voz crítica.

También es necesario conocer que es mas fácil de corregir una conducta que la identidad.
Cuando decimos a un niño :”Eres tonto”, lo inutilizamos en su totalidad y probablemente el día siguiente, cuando le propongamos hacer algo, lo utilizará y nos responderá: “No lo puedo hacer, soy tonto”. Por el bien de todos es mejor decirle : “Has hecho una tontería, a ver cómo puedes arreglarlo”. Ahí el niño sigue sintiéndose capaz de hacer algo.

Entendiendo lo anterior, vamos a ver cómo podemos eliminar, entre otras cosas, las ojeras.

Reproches: son críticas hacia algo que ocurrió o hicimos en el pasado. No podemos cambiar ese hecho del pasado, pero sí prevenir que, si vuelve a ocurrir en el futuro, sea más parecido a lo que deseamos. Vamos a hacer “un puente al futuro”:
1-Reconocer que realmente deseamos que, la próxima vez que ocurra algo parecido, acabe de otra manera. Estamos más apegados a la rutina de lo que pensamos.
2-Analizar y detallar lo que ocurrió, qué personas intervinieron y qué hizo cada uno.
3-Analizar qué hice yo y qué podría hacer diferente para que el resultado sea distinto, más en la linea de lo que deseo.
4-Visualizarme haciendo esa conducta diferente en el futuro y el resultado que produce.

Dice la P.N.L. que si hacemos más de lo mismo obtendremos los mismos resultados que otras veces. Necesitamos hacer algo distinto para obtener un resultado diferente.

Crítica interna: Suelen ser voces machaconas, como prefiero llamarlas, para distinguirlas de la crítica constructiva. Esas voces se repiten una y otra vez, están en el presente, suelen ser insultantes y desvalorizadoras, no proponen ninguna solución y, aunque tengan una intención positiva de corregir, no logran cambiar nada.
Es necesario transformar esta crítica o voz machacona en una crítica constructiva.
1- Cuestionarla. ¿Es verdad lo que dice? Muchas veces son absolutismos tipo “todo”, “nada” , “nunca”, son generalizaciones que son mentira en el 99, 99% de las veces. Es necesario contrastarla con la realidad.
2-Analizar qué hacemos en esa situación, valorando cada parte, lo que funciona y lo que no funciona de cara a lo que queremos obtener.
Dice la P.N.L. que “no hay éxitos ni fracasos, sólo resultados”.
3.-Conservar lo que funciona y cambiar aquello que no funciona, mediante la creatividad, permitiendo que se nos ocurran conductas alternativas más validas o adecuadas a las circunstancias o a nuestra edad.


Permitámonos cambiar lo que no nos esta funcionando, lo caducado y construir nuestro bienestar y felicidad.

martes, 21 de marzo de 2017

A POR TU FELICIDAD

Me dicen los libros que felicidad es un estado que se siente cuando se alcanza un objetivo deseado, no me lo creo.

Me decía una chica: “Estoy haciendo este curso, y además hago...” contándome su camino de búsqueda de la felicidad. Se la veía tan feliz mientras lo explicaba que no sabía si decirle que la había encontrado ya!

¿Otro ejemplo? Me contaba un compañero que había estado ese año buscando su coche ideal. Probaba coches, hablaba con los amigos, se iba a ver ferias y se decía continuamente que iba a ser muy feliz cuando lo comprase. Bueno, pues cuando lo compró se dio cuenta de que su felicidad se había acabado, que hasta que no cambiase de coche otra vez, no volvería a serlo como antes.

Muchas veces no nos damos cuenta de que estamos siendo felices.

Me gusta la definición de la RAE:

1.“Estado de grata satisfacción espiritual y física”.
2.”Ausencia de inconvenientes o tropiezos.”

Y todavía más la de Wordreference:

1.”Estado de ánimo del que disfruta de lo que desea”.
2.”Satisfacción, alegría, contento.”

Sí, mi experiencia me dice que es necesario disfrutar de lo que haces, de vivir, y sentir la satisfacción y la alegría.

Y creo que se puede ser feliz aunque haya tropiezos o inconvenientes, si uno vive la vida como una aventura. Esta claro que cuando lo que nos trae la vida nos gusta y es lo que queremos, lo disfrutamos. Y es menos frecuente que, cuando nos viene “en contra”, no lo hemos elegido y no nos gusta, lo tomemos como un reto, como algo a descubrir, a conocer, y también lo disfrutemos.

Porque ¿cuántas condiciones ponemos a la vida para ser feliz? ¿“Ha de hacer sol porque la lluvia no me gusta, me resulta incomoda”? Las dos cosas son imprescindibles en la vida. Cuanto más selectivos seamos con lo que nos viene de fuera, más lo seremos con nuestra felicidad.

Ampliemos nuestras posibilidades. Dejemos de rechazar tanto, porque el mismo rechazo es el que nos da malestar. En el próximo articulo hablare más de esto.
Y una vez ampliadas, ¿cómo hacemos para disfrutar?

Para disfrutar es necesario sentir, y para sentir necesitamos estar más conscientes de nuestro cuerpo y atender nuestras necesidades. Todos hemos visto a un bebé con hambre o con sueño. Nos pasa lo mismo aunque no chillemos.
A través de nuestro cuerpo percibimos el exterior, a través de los sentidos. Es imprescindible estar descansados y bien alimentados. Cuando hacemos algún tipo de ejercicio, sea andar, correr, deportes, musculación, yoga, etc, también nos vamos a sentir mejor y nuestra autoestima va a mejorar. Media hora de andar cada día ya mejora la respiración, se oxigena el cuerpo, suben las defensas y nos da salud.

Y no se trata de intentar. Si no piensas pasar a la acción, no te engañes diciéndotelo, te vas a sentir frustrado y mal. Es mejor ser coherente entre lo que uno se dice y hace. Si te cuesta ponerte a hacer ejercicio puedes empezar por darte cuenta de cómo estas y de qué sientes. Ya has visto que a veces ni nos damos cuenta y ya estamos siendo felices. Si puedes llevar un diario, escribir unas pocas líneas dos o tres veces a la semana, aumenta también la conciencia de lo que sentimos y, si te duele algo, disminuye el dolor a la mitad, está comprobado.

Vivir el presente plenamente es ser el protagonista de tu vida e implicarte en ella. Para que no tengas miedo de la felicidad y de la alegría. Algo que pasa bastante a menudo. Nos hemos acostumbrado tanto a “vivir evitando desgracias” que nos da miedo vivir la felicidad, que es un derecho de todo ser humano.
Y ser protagonista significa que lo que hagas y no hagas sea tu elección, porque cuando somos adultos elegimos también cuando no elegimos. Es mas fácil cuando asumimos la “responsabilidad” de nuestra vida, o sea, la “capacidad de responder” en ella. Los aciertos serán los nuestros y los valoraremos, y los errores que cometamos serán mas fáciles de corregir si son nuestros que si son ajenos. Al fin al cabo somos nosotros los que estamos presentes y percibimos cada situación. No conviene seguir los consejos de los demás sin cuestionarlos.

Porque no se trata de estar planeando las cosas para un futuro y dejar que el tiempo vaya pasando. Sólo se disfruta la felicidad en el presente, en este momento y en “la realidad” que muchas veces despreciamos. Se trata de ir encontrando el ritmo de la vida. Es como una canción. Hay un ritmo de fondo y sobre él surge el canto u otros sonidos que combinan con ese fondo. El ser humano tiene unos ritmos biológicos que es necesario atender, una rutina, y sobre ellos vamos creando nuestra vida. Se trata de vivir sin meternos prisa y sin frenarnos, buscando o esperando el momento oportuno para cada cosa.

Y si queremos mantener la felicidad en nuestra vida es imprescindible que la dejemos marchar. Tenemos la capacidad de habituarnos a las sensaciones, y dejamos de sentirlas, de percibirlas. A veces no nos damos cuenta hasta que se van, notamos la diferencia.
Es necesario dejarla marchar para que pueda volver y seamos otra vez felices.

Dice Thich Nhat Hahn: “No hay camino para la felicidad, la felicidad es el camino” .

Y seguiré tratando el tema en los próximos artículos. Felizmente.


jueves, 9 de febrero de 2017

PRIMERA IMPRESIÓN

Conocemos a alguien y nos quedamos con la primera impresión, le ponemos una etiqueta como si fuera la mejor, la verdadera.
¿Nos permitimos tener una segunda o una tercera impresión en los siguientes encuentros o seguimos con la primera impresión o juicio que hicimos un día de esa persona?
La información caduca sobretodo la de los seres vivos, la vida es cambiante.
Nada hay mejor que recoger en cada encuentro la impresión de ese día, de cómo está esa persona y cómo estas tú, y permitir que cada encuentro tambien sea diferente, nuevo,... como es en realidad.

lunes, 6 de febrero de 2017

QUÉ ES UN PROBLEMA Y CÓMO RESOLVERLO

¿Es un bloqueo, algo que puede perjudicar, oscuridad, impotencia, un final sin un después, una preocupación, un disgusto, una incógnita, una lucha, un desafío?

Un problema es una dificultad que surge cuando queremos obtener algo, un beneficio.
Si aceptamos lo que hay y no tratamos de cambiarlo, desaparece el problema. Y tampoco obtenemos lo que queremos.

Un ejemplo sencillo: Pincho una rueda del coche.
Es un problema si he quedado a una hora en una cita importante, me voy a retrasar...¿y qué si me retraso?, pues me entra ansiedad porque me gusta que me consideren una persona muy puntual y me molesta llegar tarde. Para mi es importante la puntualidad. Además hoy me duele la espalda.
Tendré que cambiar la rueda o pedir que lo haga alguien y a lo mejor tarda. Como poco tendré ansiedad.
Si acepto que no podré llegar a tiempo, que voy a llegar quizás una hora tarde, me relajaré, quizás me sentaré a tomar un café mientras espero, o la cambiare con calma.

Algunas veces conocemos nuestro objetivo, por ejemplo, buscar un trabajo, y otras no lo reconocemos tan fácilmente. Puede ser un ideal, como tener paz o seguir quedando como una persona puntual. O también puede ocurrir que sólo reconozcamos lo que no queremos: Por ejemplo, no quiero que me duela más la espalda.
También puede suceder que un problema sea una solución a otro, porque nos impida obtener algo que realmente no deseamos. Por ejemplo, me cuesta tener pareja, y no consigo mantenerla más de un mes. Pero puede ser que cuando estoy en pareja, me pierdo a mi misma, dejo de prestarme atención para dedicarle toda a él.
Necesito preguntarme: ¿Qué me impide y qué me facilita un problema? para empezar, a aclararme.

¿Cómo puedo resolver un problema?

El 80% de las veces afrontamos los problemas de forma emocional y por eso no conseguimos resolverlos. Es conveniente combinar nuestra parte emocional y la intelectual.


  1. Concretar el problema. Consiste en analizar y concretar el problema, en detenernos un momento como observador y utilizar nuestra parte más intelectual, dejar un poco de lado la emoción en este momento.
    Necesitamos preguntarnos: Cuál es el problema, a quién y cómo afecta, qué conductas realiza cada uno de los implicados, qué emociones manifiesta cada uno, qué intención positiva puede tener cada persona para actuar como lo hace, o qué es importante para cada persona. Recuerda que detrás de cada conducta que realizamos , aunque esté equivocada, hay una intención positiva. Si puedes concretar el problema, muchas veces ya obtendrás la solución.
  2. Lluvia de ideas, estrategias, o posibles soluciones. Aquí vale todo, por muy locas que parezcan algunas soluciones, pueden funcionar en parte. Aquí participamos con la emoción y el intelecto.
  3. Elección de una solución, quizás formada por varias de las que surgieron. Esta fase también es más analítica y elegiremos la de mayor beneficio para todos los implicados. Incluidos nosotros, claro!

miércoles, 25 de enero de 2017

UNA TERAPIA NO ES...

No es ir a un lugar donde me tumbo mirando al techo y hablando solo. Una terapia es un lugar en donde vas a encontrar alguien entrenado en acompañar, en aceptarte sin juzgar y respetarte, con quien dialogar e ir encontrando un orden en el caos que puedas llevar, con conocimientos sobre los recursos que necesitas.

No es un sitio donde van “los que están locos”, sino las personas que buscan ayuda cuando no pueden resolver o salir de algún problema ellas solos. Los terapeutas tenemos unos estudios que nos permite resolver dificultades de la vida diaria que muchas veces mantenemos demasiado tiempo sin necesidad.

No es ir a que “te den caña”, a que te digan lo que tienes que hacer, no es una relación jerárquica donde uno manda y otro obedece. Es un trabajo en equipo en busca una búsqueda de la salud y bienestar desde tu autonomía. Tú eres la persona que más sabe de ti mismo, aunque el terapeuta tenga estudios sobre el tema. Es una colaboración en la que podrás ir entrenando y reajustando lo que hablas en las sesiones. El terapeuta no vive tu vida, lo haces tú. Por eso eres la persona que mejor sabe lo que puedes hacer en cada momento con los recursos de que dispones en ese momento.

No es un proceso sin final , interminable, que “dura años”. Las primeras terapias de Freud quizás si, ahora ya no. Los estudios que se han realizado posteriormente permiten hacer terapias breves ajustadas al problema o a la necesidad que tengas. Solo en el caso de que la persona desee continuar y hacer una terapia profunda se alargara un poco mas.

No es un lugar al que ir una vez y ya no volver mas. Las personas que se hayan implicado en una terapia profunda es posible que ya no lo necesiten. Pero si acudes a terapia breve sólo para resolver un problema concreto o hacer una consulta, tienes la posibilidad de acudir las veces que necesites.

No es ir a escuchar una teoría de por qué te pasa lo que te pasa y pensar que así se resolverá el problema como vemos en la televisión. Esto también corresponde a los primeros tiempos del psicoanálisis.
El por qué se produce algo quizás te ayude a comprender pero es posible que no te de una solución.
Ahora se valora, ademas de los conocimientos, la experiencia y el acompañamiento en el proceso para ir ajustándolo a tus necesidades. El aquí y ahora, el presente.
Los conocimientos actuales de psicología, parten de estudios sobre personas que tienen éxito en lo que realizan, que son buenos comunicadores, de las buenas relaciones de pareja,...son estudios sobre lo que hace que funcionen unas cosas y otras no.
Y los terapeutas transmitimos estos conocimientos a las personas que no han tenido ocasión de aprenderlos y ayudamos a ponerlos en práctica.

sábado, 14 de enero de 2017

UN PASO PARA RECUPERAR Y MANTENER LA AUTOESTIMA

El camino para recuperar nuestra autoestima, cuando esta baja, es acordarnos de nosotros mismos. Lo llamo camino porque lleva un poco de tiempo, no mucho.

Las personas vienen a terapia diciendo:

-”Es que los demás creen que ….” y les pregunto : “¿Y tú qué crees?”
-”Se ve que...”, y pregunto: “¿Y tú qué ves?
-”Dicen que …”, y pregunto: “¿Y tú qué dices?”

Vemos, oímos, sentimos a través del otro, muchas veces nuestra pareja, otras veces de un grupo al que pertenezco. Hacemos nuestro lo ajeno. Y ¿nosotros dónde estamos? 

Nos olvidamos de nosotros mismos, ponemos demasiada atención en los demás, tanta, tanta que no queda para mí.  ¿Qué me apetece?, ¿qué me gusta?, ¿qué necesito?

Para mantener nuestra autoestima necesitamos ese poquito de egoísmo, que muchas veces está mal visto, y que es imprescindible, porque nos hace autónomos y dejamos de exigir al otro que nos cuide.


Hay un nivel de desarrollo ético-moral adulto, que viene después del más habitual  de “trata al otro como te gustaría que te tratase a ti”, y consiste en actuar en beneficio de todos los implicados en cada situación, incluidos nosotros mismos.


Eres tan importante como los demás, ni más ni menos.


sábado, 24 de diciembre de 2016

CUANDO CAMBIAR SIGNIFICA SER MAS UNO MISMO

Queremos cambiar, no nos gusta como somos ,...o no gustamos a alguien que tenemos cerca y al que queremos,...¿cómo podemos hacerlo sin que salgamos perdiendo?o ¿cómo podemos hacerlo, después de tantos intentos sin que vuelva a suceder lo de siempre?

Hay una forma de hacerlo y salir ganando.

Para explicarlo voy a coger de ejemplo la dependencia, algo que hace que nos quedemos “enganchados” a otro, sea una pareja, padre, hijo, ...alguien que nos acaba dirigiendo la vida y que cuando somos adultos ya no funciona.
Surgen cursos, personas o vídeos en youtube (¡que pueden llegar a mas de 800.000 visitas!) en los que te dicen que no has de ser dependiente, que has de ser independiente. Y que están creando conflictos importantes a la gente.

¿Qué podemos hacer?

Reconocernos en los dos extremos.

Dependencia: somos seres sociales y vivimos en una sociedad en la que nos gusta relacionarnos, formar grupos, sentirnos en equipo (los americanos estimulan mucho mas la individualidad). Las emociones es la fuerza que nos lleva hacia los demás y los españoles somos emocionales. Las personas alargan su vida cuando están en pareja, así que es más sano. ¿Que tiene de malo?

Independencia: nos permite reconocer nuestras cualidades y habilidades particulares; actuar cuando no estamos en equipo sin tener que esperar a que alguien nos indique; vivir sin miedo a la soledad porque sabemos que esta en nuestras capacidades estar solo o acompañado. Puede llevarnos a actuar sin tener en cuenta que hay un exterior a nosotros del que participamos y dificultarnos la intercomunicación con los demás por autoexcluirnos. ¿Es bueno?

Me he quedado corta dando ventajas y desventajas. ¿De qué depende que algo sea bueno o malo? De que me guste, del momento, de la gente que me rodea, y de la intensidad.

Para abrazar a alguien y estar a gusto es imprescindible poder ser dependiente.
Para actuar y salir de un problema cuando los que nos rodean están bloqueados hace falta poder ser independiente.

¿Cómo podemos cambiar cuando nos estamos excediendo en alguno de los dos extremos o polaridades? Permitiéndonos ser las dos cosas y de esta manera graduar y elegir en cada momento lo que corresponda, permitiéndonos ser todo, ser más yo.

Cuando nos reconocemos en las dos polaridades podemos quedarnos abrazados a alguien y estar a gusto, y también separarnos de esa persona y sentirnos bien.