El Blog de Psicología Alternativa

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miércoles, 22 de junio de 2016

PEDIR ES DE ADULTOS

Nos hacen creer que no hay que pedir, es de mala educación, de niños malcriados, y hasta indigno, y dejamos de hacerlo.
Y empezamos a exigir, sobre todo a nuestra pareja, y esperamos que “adivine” lo que necesitamos, lo que nos apetece...un imposible sobre todo si se lo hacemos a un hombre.

Como habréis podido comprobar no funciona, ha de ser al contrario.

Exigir es de bebes, que no pueden aceptar que no les atiendas. Su vida va en ello, dependen totalmente de otra persona, y chillan y lloran todo lo que haga falta. También vale exigir cuando hay un acuerdo entre adultos, como en un puesto de trabajo por ejemplo, y hay que cumplir.

Pedir es de adultos, que pueden cubrir sus propias necesidades o buscar a quien pueda hacerlo. Los adultos pueden pedir las cosas y aceptar un “si” y un “no”.

Eso si, requiere valentía, atreverse.

domingo, 5 de junio de 2016

DERECHO A EQUIVOCARSE

El miedo a equivocarse y el perfeccionismo van de la mano.

El mes pasado estuvieron cambiando unos cables de las torres de alta tensión que hay cerca de casa. ¡Lo hacen en tensión, sin cortar la luz! El hombre que dirigía el trabajo estaba junto con otros colgado de los cables e iba nombrando con calma y claridad el protocolo, los distintos pasos que iban ejecutando. Los demás estaban callados y con una atención plena. Aquí no se oía varias personas hablando a la vez ni bromas o risas. Este es un trabajo que exige perfección. Un error puede costar la vida.

Comparemos esto con una niña española de 6 años que se va a vivir con sus padres a otro país con otro idioma y que se pasa meses y años sin hablar en el colegio por miedo a equivocarse, porque lo va a hacer mal, porque sus compañeros se reirán. Es un hecho real.

O comparemos con todas esas relaciones de pareja en las que pretenden que la pareja actúe, diga y haga las cosas a su gusto, cumpliendo expectativas, muchas veces desconocidas y sino hay enfado seguro. Es bastante habitual. O la de horas que podemos estar dando vueltas a unos grifos que hemos comprado y que no nos gusta como quedan con el resto del baño (a las 5 de la mañana dije basta).

El perfeccionismo nos ata a unos condicionantes muchas veces desconocidos, el derecho a equivocarnos nos libera.

Libertad para aprender (nadie nace sabiendo)
Libertad para sentir y expresar lo que sentimos (coherencia y espontaneidad)
Libertad para ser mas nosotros siguiendo nuestras propias expectativas (autenticidad)
Libertad para cambiar y ser también diferentes si es lo que queremos (integración)
Libertad para hacer las cosas sin juicios absolutistas: bien o mal. (creatividad)
Libertad para poder intentar algo una y otra vez (constancia, tenacidad)
Libertad para cometer nuestras propias equivocaciones y asi poder ir corrigiendo y alcanzar la maestría.


Le he preguntado a mi marido: “¿Que te parece el articulo?” Y me ha respondido: “Es casi perfecto”Jajaja, voy aprendiendo a redactar!