El Blog de Psicología Alternativa

El Blog de Psicología Alternativa

martes, 21 de marzo de 2017

A POR TU FELICIDAD

Me dicen los libros que felicidad es un estado que se siente cuando se alcanza un objetivo deseado, no me lo creo.

Me decía una chica: “Estoy haciendo este curso, y además hago...” contándome su camino de búsqueda de la felicidad. Se la veía tan feliz mientras lo explicaba que no sabía si decirle que la había encontrado ya!

¿Otro ejemplo? Me contaba un compañero que había estado ese año buscando su coche ideal. Probaba coches, hablaba con los amigos, se iba a ver ferias y se decía continuamente que iba a ser muy feliz cuando lo comprase. Bueno, pues cuando lo compró se dio cuenta de que su felicidad se había acabado, que hasta que no cambiase de coche otra vez, no volvería a serlo como antes.

Muchas veces no nos damos cuenta de que estamos siendo felices.

Me gusta la definición de la RAE:

1.“Estado de grata satisfacción espiritual y física”.
2.”Ausencia de inconvenientes o tropiezos.”

Y todavía más la de Wordreference:

1.”Estado de ánimo del que disfruta de lo que desea”.
2.”Satisfacción, alegría, contento.”

Sí, mi experiencia me dice que es necesario disfrutar de lo que haces, de vivir, y sentir la satisfacción y la alegría.

Y creo que se puede ser feliz aunque haya tropiezos o inconvenientes, si uno vive la vida como una aventura. Esta claro que cuando lo que nos trae la vida nos gusta y es lo que queremos, lo disfrutamos. Y es menos frecuente que, cuando nos viene “en contra”, no lo hemos elegido y no nos gusta, lo tomemos como un reto, como algo a descubrir, a conocer, y también lo disfrutemos.

Porque ¿cuántas condiciones ponemos a la vida para ser feliz? ¿“Ha de hacer sol porque la lluvia no me gusta, me resulta incomoda”? Las dos cosas son imprescindibles en la vida. Cuanto más selectivos seamos con lo que nos viene de fuera, más lo seremos con nuestra felicidad.

Ampliemos nuestras posibilidades. Dejemos de rechazar tanto, porque el mismo rechazo es el que nos da malestar. En el próximo articulo hablare más de esto.
Y una vez ampliadas, ¿cómo hacemos para disfrutar?

Para disfrutar es necesario sentir, y para sentir necesitamos estar más conscientes de nuestro cuerpo y atender nuestras necesidades. Todos hemos visto a un bebé con hambre o con sueño. Nos pasa lo mismo aunque no chillemos.
A través de nuestro cuerpo percibimos el exterior, a través de los sentidos. Es imprescindible estar descansados y bien alimentados. Cuando hacemos algún tipo de ejercicio, sea andar, correr, deportes, musculación, yoga, etc, también nos vamos a sentir mejor y nuestra autoestima va a mejorar. Media hora de andar cada día ya mejora la respiración, se oxigena el cuerpo, suben las defensas y nos da salud.

Y no se trata de intentar. Si no piensas pasar a la acción, no te engañes diciéndotelo, te vas a sentir frustrado y mal. Es mejor ser coherente entre lo que uno se dice y hace. Si te cuesta ponerte a hacer ejercicio puedes empezar por darte cuenta de cómo estas y de qué sientes. Ya has visto que a veces ni nos damos cuenta y ya estamos siendo felices. Si puedes llevar un diario, escribir unas pocas líneas dos o tres veces a la semana, aumenta también la conciencia de lo que sentimos y, si te duele algo, disminuye el dolor a la mitad, está comprobado.

Vivir el presente plenamente es ser el protagonista de tu vida e implicarte en ella. Para que no tengas miedo de la felicidad y de la alegría. Algo que pasa bastante a menudo. Nos hemos acostumbrado tanto a “vivir evitando desgracias” que nos da miedo vivir la felicidad, que es un derecho de todo ser humano.
Y ser protagonista significa que lo que hagas y no hagas sea tu elección, porque cuando somos adultos elegimos también cuando no elegimos. Es mas fácil cuando asumimos la “responsabilidad” de nuestra vida, o sea, la “capacidad de responder” en ella. Los aciertos serán los nuestros y los valoraremos, y los errores que cometamos serán mas fáciles de corregir si son nuestros que si son ajenos. Al fin al cabo somos nosotros los que estamos presentes y percibimos cada situación. No conviene seguir los consejos de los demás sin cuestionarlos.

Porque no se trata de estar planeando las cosas para un futuro y dejar que el tiempo vaya pasando. Sólo se disfruta la felicidad en el presente, en este momento y en “la realidad” que muchas veces despreciamos. Se trata de ir encontrando el ritmo de la vida. Es como una canción. Hay un ritmo de fondo y sobre él surge el canto u otros sonidos que combinan con ese fondo. El ser humano tiene unos ritmos biológicos que es necesario atender, una rutina, y sobre ellos vamos creando nuestra vida. Se trata de vivir sin meternos prisa y sin frenarnos, buscando o esperando el momento oportuno para cada cosa.

Y si queremos mantener la felicidad en nuestra vida es imprescindible que la dejemos marchar. Tenemos la capacidad de habituarnos a las sensaciones, y dejamos de sentirlas, de percibirlas. A veces no nos damos cuenta hasta que se van, notamos la diferencia.
Es necesario dejarla marchar para que pueda volver y seamos otra vez felices.

Dice Thich Nhat Hahn: “No hay camino para la felicidad, la felicidad es el camino” .

Y seguiré tratando el tema en los próximos artículos. Felizmente.