El Blog de Psicología Alternativa

El Blog de Psicología Alternativa

sábado, 3 de diciembre de 2016

TODA DEPRESION CRÓNICA TIENE AL LADO UN SALVADOR

Cuando viene al despacho alguna persona con depresión, en crisis, con tratamiento o sin él, habitualmente en un mes, 4 o 5 sesiones, se sostiene. Yo no busco ni trato que se sientan”bien”, sino que reconozcan y acepten lo que les esta ocurriendo, sin tratar de evitarlo (porque la mayoría de las veces no es evitable, por eso están deprimidas). ¿Cómo se va a sentir alguien bien cuando les ocurre algo que no les gusta?

Moverse sólo entre el “bien” y el “mal” no funciona. Yo les digo siempre que, cuando pregunto: ¿cómo estas?, la respuesta: “bien” o “mal” no es informativa. Simplemente indica si les gusta cómo están. Si yo les pregunto cómo es tu casa y me dicen “bonita” o “fea”, solo sabré si les gusta, no me informa de cómo es la casa.

Así pues necesitamos aprender a:
-poner más nombres a nuestros estados internos y no limitarnos al “bien” o “mal”.
-y que la vida no nos trae sólo cosas que nos gustan, que es necesario aprender a afrontar todas las cosas, nos vengan por donde nos vengan.

Y las personas son capaces de aprender pronto. En un mes suelen sostenerse ya, el llanto disminuye a mínimos y sienten ya que no se derrumban, van encontrando un apoyo en su interior que les permite reconstruir su vida.

Cuando no es así, cuando se alarga el estado depresivo en el tiempo, cuando la persona después de recuperarse y encontrar apoyo en ella misma vuelve a debilitarse o derrumbarse, seguro que el sistema familiar está implicado . Es necesario trabajar con el sistema familiar o ver que pasa con la pareja. Seguro que hay un “salvador”. Porque tengo comprobado que cuando una persona se pone depresiva y su pareja o su familia no le hace ni caso, sale de la depresión por sí mismos, aunque sea a regañadientes.

¿Y qué es un salvador?
Pues un salvador es una persona que se ha creído que es mejor ser héroe que ser víctima, que llorar y estar triste es malo, que no hay que enfadarse con los demás, que hay que dar amor incondicional a todo el mundo, que va de padre o madre universal evitando a los demás las emociones “negativas” y diciéndoles lo que tienen que hacer sin reconocer y respetar su autonomía y capacidades. ¿A que hay muchos así? ¿A que casi todos somos un poco salvadores?

Pero lo que ocurre es que esta actitud de salvador cronifíca la depresión. Hay una dependencia emocional con la persona deprimida: El salvador rechaza algunas emociones y el deprimido se apega a ellas. El salvador trata de salvar de esas emociones y la víctima o la persona deprimida busca ser reconocida cuando esta sintiéndolas. Cuando uno esta deprimido se siente victima de las circunstancias e incapaz de actuar frente a ellas.

¿Por qué no funciona ser salvador?
Porque no es mejor ser víctima que salvador, son distintos papeles que diferentes circunstancias que nos suele traer la vida.
Porque llorar y estar triste no es malo, es una emoción necesaria con causa justificada y lo perjudicial es quedarse enganchado en esa o en otra emoción en lugar de dejarla pasar.
Porque es necesario y saludable enfadarse a veces con alguien y poner distancia emocional por lo menos.
Porque el amor incondicional es sólo válido y saludable de los padres hacia los hijos, en las demás relaciones es necesario poner condiciones.
Porque cuando vamos de padres de los demás adultos que conviven con nosotros, nos frustramos y estresamos porque no estamos respetando su capacidad para dirigir ellos mismos su vida.
Porque nos han enseñado a rechazar algunas emociones y eso sí es un problema. No sabemos manejarnos con ellas y las rechazamos o tratamos de evitarlas en lugar de dejarlas pasar.

La única salida válida que he visto en estas depresiones crónicas es que el salvador o los salvadores (a veces son unos cuantos), participen en el proceso de terapia. Cuando es así, y el salvador ajusta también por su parte lo que no funciona, la persona suelta la depresión con facilidad.


Y es que nadie te puede rescatar del pozo en el que uno se siente cuando está deprimido. Es necesario aprender que en la vida hay de todo, reconocer lo que hay y lo que es sin juzgar tanto y aprender a tocar fondo cuando algo no va como nos gustaría y tirar para arriba otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario